LA BRUJA DE CACHICHE:
Al
fallecer la bruja, Don Fernando León de Vivero, mandó a construir un
Monumento en honor a la Bruja que le devolvió el habla. Este monumento
está compuesto por un buho que significa inteligencia, sabiduría,
brujería blanca y una calavera que significa maldad, hechicería,
brujería negra, sus brazos están en forma de “V” que significa victoria y
veneración.La bruja utilizada un pedazo de huarango que comúnmente se
le conoce como el algarrobo o árbol milenario por los muchos años de
existencia de dicho árbol el cual le hacía girar en forma de un compás
que marcaba una circunferencia y que cuando ésta paraba siempre indicaba
a la Bruja de Cachiche.La bruja se llamó Julia Nazaria Hernández Pecho
Viuda de Díaz, quien fallece a los 101 años debido a un paro cardiaco.
Cuenta la leyenda que la bruja Julia
Hernández, predijo que Ica se hundirá cuando crezca la séptima cabeza de
la palmera que se encuentra en la laguna seca. En enero de 1998 la
profecía se cumplió , el río se desbordó, miles de personas resultaron
damnificadas. La gente asegura que ese año no se cortó, ni se quemó la
séptima cabeza de la palmera, desde esa fecha no han dejado de
hacerlo.Los habitantes de Cachiche siempre cortan la séptima cabeza de
la palmera; esto para evitar que Ica se destruya, según cuenta una
leyenda local, de no ser así la ciudad de Ica se enfrentaría a un fin
inevitable, llena de desastres naturales. Pero no todo son malas
profecías, sino que también en Cachiche encontramos a grandes curanderos
que mediante su fe pueden sanar todo mal y hasta unir corazones
LA HUACACHINA:
Existe una leyenda acerca del origen de
este oasis, una historia de amor que se remonta a tiempos prehispánicos.
Cuentan que una hermosa doncella, proveniente del cercano pueblo de
Tacaraca, llega desconsolada a este lugar, donde sólo había unos cuantos
guarangos, a llorar la muerte de su amado, un valiente general incaico.
Las lágrimas de esta mujer, de ojos verdes
y cabello muy negro, fueron formando poco a poco la laguna. Se dice que
en las noches de Luna nueva aún se pueden escuchar sus lamentos, los
que confunden a los visitantes desprevenidos.Tambien cuentan que una
mujer empezo a correr por que un hombre la perseguia y ella salio de su
casa con una toalla un espejo y un peine en ese momento empezo a
correr asustad y se cayó entonces el espejo se transformo en un lago el
peine en las palmeras y la toalla se transformo en toda esa arena del
oasis.
LA VIRGEN DE CHAPI:
Cuenta
la leyenda que en el año de 1790, Juan de Dios Tamayo, el entonces
párroco de Pocsi, intentó trasladar la pequeña imagen de la Virgen
hacia otro poblado y no pudo ni siquiera moverla, porque pareció que su
peso se había multiplicado hasta ese extremo. Este hecho, al que todos
consideran un milagro, se propagó por la región y hoy, una multitud de
peregrinos converge desde la blanca ciudad de Arequipa, hasta el
santuario de Chapi, para rendir devoción a la Virgen, recorriendo
aproximamente 45 kms., en una caminata nocturna, que dura más de 12
horas, para llegar al desértico paraje sitado a 2,420 m.s.n.m.En
el trayecto, los peregrinos se van proveyendo de piedras de distinto
tamaño, que luego colocarán, formando las llamadas "apachetas", a un
lado del camino en los poblados de Tres Cruces, Alto de Hornilla y Siete
Toldos. Estas pequeñas pirámides de piedra, simbolizan el cansancio y
los pecados que los devotos van dejando atrás.
Infinidad de luces, producidas por los
cirios que cada devoto lleva, se divisan con el fondo del contraste
natural de la noche. Terminada la obscuridad y al retornar un nuevo día,
la Virgen saldrá en procesión y será llevada sobre alfombras de flores,
preparadas especialmente para la ocasión. Al final del día, junto al
santuario, los castillos de fuegos artificiales, llenarán de algarabía a
los asistentes, quienes podrán además disfrutar de apetitosas vianas y
reconfortantes bebidas.
Sus
festividades se celebran el 2 de febrero; Día de la Purificación o
Candelaria. Sin embargo, sus fieles, han escogido el 1º de mayo, fecha
en que se da inicio al mes dedicado a María, al igual que el 8 de
setiembre, fiesta de su Natividad. Su
actual Santuario, construido sobre un área de 1700 m², en un desolado
paraje de los Andes, a 2,420 m.s.n.m., se terminó en 1967. Su estructura
es de sillar, ladrillo y cemento armado, con un estilo neo-colonial y
su altar barroco enchapado en pan de oro. Su antiguos templos habían
sido destruidos en varias oportunidades por violentos sismos y voraces
incendios. El 2 de febrero de 1985,
el Santo Padre Juan Pablo II, coronó canónicamente a la Virgen de Chapi
y al Niño Jesús que sostiene en sus brazos; para lo cual la imagen tuvo
que ser transportada en un helicóptero desde su santuario hasta la
ciudad de Arequipa.
EL CERRO SARAJA:
Esta
duna de suaves arenas se ha formado en tiempos inmemoriales, por
migraciones sistémicas por efecto eólico, tal vez desde la misma
aparición de los hombres en esta parte de lo que ahora se conoce como
los valles de Ica. Para los antiguos iqueños siempre fue un cerro
sagrado, un cerro al que nadie osaría depredar y menos retirar sus
arenas o sus huarangos milenarios, como sucede ahora, con osadía e
impunidad. La aparición en sus inmediaciones de la Urbanización Santa
María y más recientemente de varios Pueblos Jóvenes, hasta las mismas
faldas del mismo cerro, han permitido el trazo de pistas y caminos que
ahora utilizan estos camiones y volquetes para retirar las grandes
cantidades de arena. El Cerro de Saraja tiene especial significación
para la memoria colectiva y el imaginario de los iqueños, de allí se
sustenta las varias leyendas que narran su origen o describen el
misterio de esta inmensa mole de finas partículas de sílice. El Cerro de
Saraja mantuvo su encanto hasta inicios del siglo XX pero fue la mano
del hombre la que extinguió su laguna que brotaba en su base y también
desapareció la fauna silvestre que allí habitaba. Este Cerro histórico
fue curado -como tantos otros- por nuestro querido Fray Ramón Rojas e
incrustado en su parte cenital una cruz de madera para que protegiera a
nuestra ciudad.
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